El Corral es la necesidad de belleza de los corazones en llamas

Un poco de nuestra historia: 

En el año 2005, tres amigos de entre 22 y 30 años, decidían comprarse un corral de vecinxs en pleno centro de Jerez, en el Barrio de San Miguel. Sin embargo, no era una casa lo que elegían, sino una forma de vida. Claro exponente de la arquitectura popular, su valor reside fundamentalmente en su carácter etnológico, es decir, en las formas de vida asociadas a éste. Sin romantizar estas épocas y estos patios a los que no les fueron ajenos el dolor y las injusticias, la construcción horizontal en la que las casas se miraban unas a otras a los ojos, y con multitud de zonas comunes, facilitaba que estas formas de vida se cimentasen en relaciones más colaborativas y cooperativas. Se gestaba una familia.

Cuatro años más tarde, la familia se rompía. Un acuerdo incumplido por la Junta de Andalucía para la rehabilitación de la finca, hizo la situación insostenible. La finca es apuntalada y desalojada. ​

Año 2015. Uno de los tres propietarios legales de la finca decide hacer frente a la situación y, tras demandar a la Junta de Andalucía, comienzan las obras de rehabilitación. Nace El Corral de San Antón como proyecto de centro cultural. Desde entonces, multitud de actividades han situado a El Corral de San Antón como motor cultural y agente político y social del barrio. En la actualidad, su rehabilitación está completada a un 75% y ahora nos enfrentamos al reto de intentar finalizar la obra sin tener que acudir a la financiación mediante bancos. ​

El Corral se ha convertido en un espacio cultural de experimentación social, política y económica, un espacio en continua construcción ideológica, en el que estamos luchando contra conceptos como el de propiedad, alquiler, inquilinos, etc. El Corral está pensado desde la honestidad y en base a ésta debe girar su gestión, posibilitando la cooperación, lo colaborativo, el común.